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Ascenso Invisible es una serie que explora el cuerpo como canal de energía, como trazo espiritual, como presencia que se disuelve en el espacio. Inspirada en prácticas contemplativas, respiración, equilibrio interno y conexión con lo sutil.

Mi práctica artística nace del cuerpo en movimiento, pero también del cuerpo en silencio. Desde la escalada en bloque, investigo cómo el gesto, el impulso y la respiración se convierten en trazo, en imagen, en memoria.
En mis series El trazo como ascenso y Ascenso Invisible, el cuerpo no solo escala: se convierte en línea, en energía, en presencia que dibuja en el espacio. Utilizo radiografías, trazos gestuales y superficies sensibles para construir una cartografía emocional del cuerpo en acción y contemplación.
Mi obra no representa el cuerpo: lo documenta desde su experiencia, desde su devenir movimiento, desde su capacidad de tocar lo intangible. Es una invitación a mirar el arte como registro de lo que el cuerpo sabe antes que la mente lo entienda.

Ascenso Invisible convierte agarres de manos y pies, obtenidos mediante ejercicios mnemotécnicos de escalada en bloque, en huellas que inscriben memoria muscular y deseo de ascenso. Radiografías y escaneos se superponen y se enmarcan en estructuras geométricas para generar una cartografía visual del gesto. La imagen va componiendo su sentido a partir de un régimen de visualidad que cada dispositivo y cada contexto le propone —Alejandra Niedermaier—; por eso la serie incluye variantes técnicas y protocolos de custodia. Referentes: Ana Ma. Guash; Deleuze y Guattari; Pierre Bourdieu; José Luis Brea; Susan Sontag; Jean Luc Nancy. Obra: Paco Navéz. 2025.